Que el Gobierno nunca ha prestado especial atención a las telecomunicaciones, desde un punto de vista de servicio público, es algo que venimos acreditando desde hace mucho tiempo[1].

La inversión en ayudas públicas para llevar las redes de nueva generación a las zonas rurales o vulnerables ha sido siempre muy deficitaria en nuestro país. Las comparaciones siempre son odiosas, pero en este caso, son deshonrosas: mientras todos los países de Europa hacen onerosos gastos para acabar con la Brecha Digital geográfica, España se queda en cifras casi de limosna. Un ejemplo contundente: Alemania, 1.000 millones de euros en ayudas públicas a la banda ancha[2]; España, en el mismo ejercicio, 78, entre créditos y subvenciones directas, de los cuales solo se han gastado 40 a estas alturas de 2017, tal y como se puede ver en la siguiente imagen, proporcionada por el propio Ministerio de Agenda Digital:

Pero si esta situación es lamentable, tiene pocos visos de mejorar en 2017. Si se analizan con un poco de perspectiva crítica los Presupuestos Generales del Estado, se comprueba, por mucho que la propaganda gubernamental intente maquillarlo[3], que la inversión en redes de telecomunicaciones en 2017 será paupérrima.

Así, el Ministerio de Agenda Digital afirma que El presupuesto global es de 100 millones de euros, ampliables en otros 5 millones de euros adicionales”, añadiendo que la “financiación para llevar Internet de muy alta velocidad a las zonas blancas se incrementa en un 58% con respecto a 2016”. Sin embargo, los datos reales no son tan optimistas: se aumentan las subvenciones de 10 a 20 millones, dinero que al final, no se asigna a proyectos, como se ve en la imagen anterior; además, los créditos, que pueden ser interpretados como “ayudas”, pero en el fondo son “un apoyo”, pasan de 40 a 80 millones, teniendo en cuenta que 18 millones de 2016 no son sido asignados. Ambas situaciones nos llevan a afirmar que el incremento es exiguo y, sin lugar a dudas, claramente insuficiente. Véase el ejemplo anterior de Alemania, con 1.000 millones anuales, o el de Suecia, con 400 y así un larguísimo etcétera en Europa y el mundo.

Pero no solo de ayudas públicas vive nuestro sector, también hay programas de investigación e innovación. Y aquí encontramos un severo recorte; así versa el proyecto de los PGE de 2017 –el conocido como Libro Amarillo[4]– en su página 144: Por su parte, los programas de Innovación tecnológica de las telecomunicaciones y de Investigación y desarrollo de la Sociedad de la Información están dotados para el año 2017 con unos créditos de, respectivamente, 530 y 124 millones de euros, destinados a financiar iniciativas para el impulso, desarrollo y consolidación de la Sociedad de la Información, tanto en el ámbito empresarial como en el de la administración electrónica y los ciudadanos”. Y estos 654 millones en total suponen un recorte del 18% respecto a 2016. Muy lamentable.

En resumen, y como conclusión final, este Gobierno no cree que las telecomunicaciones representen un eje vertebral de la economía digital, ni apoya el cierre de la Brecha Digital. Los datos así lo demuestran, por mucho que su propaganda afirme lo contrario.

[1] Unos ejemplos: http://www.smcugt.org/noticia/un-frenesi-preelectoral-de-ayudas-publicas-que-no-oculta-la-falta-de-presupuesto-de-la-setsi-id-52348.htm, http://www.smcugt.org/noticia/suecia-destina-400-millones-de-euros-a-ayudas-publicas-a-la-banda-ancha-id-51643.htm, http://www.smcugt.org/noticia/austria-espana-y-las-ayudas-publicas-a-la-banda-ancha-id-48183.htm
[2] http://www.smcugt.org/noticia/austria-espana-y-las-ayudas-publicas-a-la-banda-ancha-id-48183.htm
[3] http://www.minetad.gob.es/es-ES/GabinetePrensa/NotasPrensa/2017/Paginas/ayudas-peba20170421.aspx
[4] http://www.sepg.pap.minhafp.gob.es/sitios/sepg/es-ES/Presupuestos/ProyectoPGE/Documents/LIBROAMARILLO2017.pdf