¿Comienza la era de la fusiones de las Telecos en Europa?

Ahora que vuelven con fuerza los vientos de fusiones y concentraciones en nuestro sector – que, si bien no es la primera vez que soplan, nunca lo han hecho con tanta intensidad- cualquier noticia sobre el particular cobra especial relevancia.

Si miramos más allá del mercado local, en Francia acaba de anunciarse una operación que podría representar una piedra de toque regulatoria. Cabe recordar que, hasta ahora, la posición de la Comisión Europea era la de dificultar las operaciones de compra entre operadoras, argumentando que iban en contra de la competitividad y los clientes. Criterio que parece estar en solfa y sobre el que UGT se ha posicionado recientemente en la consulta pública realizada a tal efecto.

Volviendo al contexto galo, lo que se allí se propone es que el segundo operador del mercado francés (SFR) sea troceado y repartido entre el resto de las operadoras principales (Orange, Bouygues e Iliad). O dicho de otro modo, eliminar al segundo de la lista, repartiendo sus activos (valorados en 17.000 M€) entre sus directos competidores.

La operación está muy condicionada por la deuda de SFR, que acaba de ser reestructurada, precisamente para favorecer su venta.

Esta supresión representa la ruptura del esquema preferido por la Comisión Europea. Del tres “operadores dominantes”, al que siempre sumaba un operador “maverick” (léase tambien como low cost), se pasaría a un mercado compuesto por tres grandes actores. Esta geometría sectorial siempre ha sido la preferida por expertos e inversores, argumentando que se precisa de escala financiera para acometer grandes inversiones en tecnología y conformar potencial competitivo ante un ecosistema digital cada vez más inclinado hacia EEUU y Asia.

A la espera de que los implicados se pongan de acuerdo – al cierre de esta edición, Altice, la dueña de la marca SFR, ha rechazado la compra– resulta del mayor interés seguir la evolución esta operación. Porque sus consecuencias, en caso de ser autorizada con pocos o nulos remedies por parte de la CE, supondrían un punto de inflexión de profundas implicaciones laborales. De todos son conocidos los efectos de fusiones y adquisiciones entre las plantillas, lo que nos obliga a estar vigilantes y prevenidos ante cualquier escenario.

UGT Comunicaciones