Informe Acnur sobre refugiados y conectividad

Hoy en día, más de 65 millones de personas – el número más grande en décadas – están viviendo como refugiados o desplazados, desarraigados de sus hogares, en busca de seguridad. A menudo, no pueden acceder a los medios básicos de supervivencia.

Pero también las personas desplazadas están viviendo sin la conectividad que necesitan para obtener información vital (salud, educación, clima, agua, o simplemente, cómo rehacer sus vidas), comunicarse con sus seres queridos, acceder a los servicios básicos o relacionarse con las comunidades que les rodean. La falta de conectividad limita la capacidad de las comunidades de refugiados para organizarse y empoderarse, cortando el camino hacia la autosuficiencia.

Además, los lugares en los que viven, con frecuencia, carecen de las redes digitales e infraestructura, o la conectividad que está disponible es demasiado cara. La revolución digital que está transformando el mundo está dejando atrás los refugiados.

También la falta de conectividad limita el limita el potencial de la asistencia humanitaria en un momento como el actual, cuando es más necesaria. Para intentar mejorar la calidad de vida los refugiados, ACNUR (la Agencia de la ONU para Refugiados[1]) se ha propuesto el objetivo de conectarlos a redes móviles e Internet, para que puedan aprovechar estas tecnologías como vía para mejorar sus vidas.

Su informe “CONNECTING REFUGEES. Cómo Internet y la conectividad móvil pueden mejorar el bienestar de los Refugiados y transformar Acción humanitaria[2]”, busca generar las sinergias necesarias para que gobiernos, sociedad civil y el sector privado se unan para garantizar que los refugiados también pueden beneficiarse de la revolución digital.

La investigación que apareja este informe, ha encontrado 10 puntos clave que describen la situación de la conectividad –o su ausencia- entre los refugiados:

1.- A pesar de las limitaciones, los refugiados otorgan un valor significativo a la conectividad, especialmente para comunicarse con amigos y familiares, tanto en sus países de origen como de destino

2.- Los refugiados, ACNUR y las ONG asociadas, ven la conectividad como un elemento crítico para la protección y un habilitador para la prestación de servicios.

3.- Mientras que muchos refugiados, particularmente en zonas urbanas, tienen el mismo acceso a las redes móviles como el resto del mundo, los refugiados rurales tienen menos acceso a la conectividad.

4.- La falta de asequibilidad es el factor más significativo a superar. Los ratios de refugiados con teléfono en propiedad y acceso a Internet son mucho más bajos que para el resto de hogares. En concreto, las mayores barreras para acceder a Internet son las siguientes:

5.- Los refugiados asentados en zonas urbanas son mucho más propensos a tener un teléfono en propiedad que los asentados en zonas rurales.

6.- La ausencia de alfabetización digital y no conocer el idioma, crean una barrera más a la conectividad. El bajo nivel de alfabetización entre algunos refugiados es una barrera importante para la conectividad. Además, el hecho de que tanto Internet como muchas de las aplicaciones móviles estén en inglés, a menudo, impide que los refugiados usen Internet.

7.- Los refugiados pueden beneficiarse de cualquier tipo de infraestructura de banda ancha, tanto en redes fijas como móviles, incluso con sólo una red 2G.

8.- Se encuentran desafíos culturales y sociales asociados con la inclusión digital de las mujeres, pero estos retos no son exclusivos de los refugiados.

9.- Hay una enorme oportunidad para que ACNUR, y otras organizaciones humanitarias, mejoren la relación con los refugiados usando las redes sociales. Así, Facebook, Skype, Viber y WhatsApp son las aplicaciones más populares entre los refugiados; sin embargo, las organizaciones humanitarias hacen poco uso de estos métodos para comunicarse con ellos.

10.- El sector privado ya ha empezado a invertir en iniciativas de conectividad, trabajando con las ONG y las comunidades de refugiados, pero estas iniciativas deben ser mejoradas y ampliadas.

En virtud de estas conclusiones, los 10 ítems siguientes identifican oportunidades para: 1) ampliar la disponibilidad de las redes móviles / internet, sobre todo en las zonas rurales con escasa o inexistente infraestructura, 2) reducir las barreras a la accesibilidad para todos los refugiados, y 3) aumentar la utilidad y relevancia de la Internet para las poblaciones desplazadas

Cubrir estos 10 aspectos no es una tarea fácil ni barata. Para empezar, ACNUR propone una serie de líneas de actuación que den respuesta a estas tres cuestiones:

  • ¿Cómo se puede proporcionar una conexión fiable a los refugiados?
  • ¿Cómo se puede dar conectividad asequible a los refugiados?
  • ¿Cómo se puede mejorar la cultura digital y el uso de conectividad entre los refugiados?

Como cabía esperar, las recomendaciones pasan por tres líneas de actuación: sobre la disponibilidad de las redes (infraestructuras), sobre la asequibilidad (tarifas asequibles y subvenciones ad hoc) y sobre la usabilidad (formación en habilidades y competencias digitales).

Por otro lado, está la financiación. ACNUR busca fondos equivalentes a 6 millones de dólares para lanzar una etapa piloto en 10 países, que se resumen en el siguiente presupuesto:

El informe acaba dando “una llamada de atención”: la conectividad juega un papel fundamental en la vida de los refugiados y en sus comunidades de acogida. Y para proporcionar dicha conectividad es preciso realizar una acción coordinada entre gobiernos, sociedad civil y el sector privado. Los gobiernos pueden ayudar creando un contexto propicio para construir las infraestructuras necesarias. La sociedad y el sector privado desempeñan un papel esencial en la creación de contenidos dirigidos a este colectivo, que favorezca la autoayuda y la autosuficiencia. Por su lado, el sector privado, particularmente, las empresas de tecnología y comunicaciones, tienen un papel especial: deben enfocar sus programas de responsabilidad social para ayudar a los refugiados en sus necesidades de conectividad.

Por último, están empresas, donantes institucionales e individuales que pueden comprometer recursos financieros para ayudar a que ACNUR recaude los 6 millones de dólares necesarios para poner en marcha esta iniciativa.

[1] http://www.acnur.es/

[2] http://www.unhcr.org/publications/operations/5770d43c4/connecting-refugees.html