Las operadoras cariocas Oi y TIM están enfrascadas en una agria dispuesta que ha pasado ya de administrativa a judicial.
El caso gravita sobre el pago mensual del alquiler que TIM debe abonar a Oi por el uso de sus infraestructuras en una modalidad muy parecida a la desagregación de bucle que existe en Europa.
Según Oi, recordemos, operadora en un estado de quiebra técnica[1], TIM no le ha abonado las cuotas de alquiler correspondientes a las mensualidades de octubre a
Como cabía esperar, TIM recurrió al regulador local, ANATEL[3], que inmediatamente obligó a Oi a restablecer el servicio. No obstante, en el mismo dictamen, el regulador instó a TIM a pagar su deuda en cinco días hábiles, obligación que TIM logro evitar al judicializar el conflicto.
De forma complementaria, TIM ha solicitado a Oi una compensación por el corte del servicio, que la filial de Telecom Italia ha cifrado en 37,5 de reales –alrededor de 11 millones de euros-, cargando por la deficiente calidad del servicio que le proporciona Oi como arrendadora. Oi no reconoce ni las acusaciones ni la compensación, que reduce a un máximo de 88.000 euros (300.000 reales).
El regulador tiene una ardua tarea que posiblemente será inútil: intentar buscar una solución pactada, porque un dictamen en un sentido u otro será finalmente recurrido en los tribunales, lo que sin duda alargará el conflicto durante años.
[1] http://www.ugtcom.h2301842.stratoserver.net/wordpress/archivos/elementos/2016/la_principal_operadora_de_brasil_en_quiebra.pdf
[2] http://economia.estadao.com.br/noticias/negocios,oi-e-tim-travam-disputa-na-justica-por-infraestrutura,10000098652
[3] http://www.anatel.gov.br/