Con motivo de la celebración del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia –el pasado sábado, 11 de febrero–, la Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC- UGT) publica el estudio “Mujer y Tecnología”, que analiza la participación de las mujeres en el ámbito de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en España.

El documento confirma la segregación ocupacional que concentra a las mujeres en puestos de trabajo tradicionalmente vinculados a su rol de género –ciencias de la salud, trabajos sociales, enseñanza, comercio, hostelería, campos relacionados con las artes y las letras– y la escasez de mujeres en sectores tecnológicos y punteros, que redundará, sin duda, en un deterioro de la difícil situación laboral de las mujeres en el conjunto del mercado de trabajo.

Esta discriminación social y laboral tiene varias consecuencias, entre las que destacan mayor presencia de mujeres en sectores donde existe más desigualdad y brecha salarial y, también, el hecho de que las mujeres se sitúen muy por detrás de los hombres en todos los campos de actuación relacionados con las nuevas tecnologías.

Desciende el número de mujeres que utilizan Internet

El análisis de UGT evidencia una enorme brecha digital entre mujeres y hombres en nuestro país, muy superior a la media europea y mundial, y que transita por la vida educativa y laboral de las mujeres españolas.

Por ejemplo, el número de mujeres que nunca han usado Internet en España casi alcanza el 20%, mientras que la media de la Unión es inferior el 16%. Un panorama desolador que tiende a empeorar: mientras en 2014 la brecha entre hombre y mujeres usuarios de Internet se cifraba en un 3,4%, este diferencial se ha incrementado hasta el 3,9%, medio punto más en sólo dos años (2016). Tomando en cuenta todos los indicadores, la brecha digital por cuestión de género ronda una media diferencial del 5% entre hombres y mujeres para el uso y aprovechamiento de Internet, doblando las medias de los países de nuestro entorno. En EEUU, los países nórdicos y Francia, la paridad en el uso de Internet es un hecho desde hace años.

 Mujer y empleo en las TIC

Las consecuencias de esta brecha repercuten en la presencia femenina en las carreras universitarias relacionas con las ingenierías, arquitectura, matemáticas o nuevas tecnologías,  donde sólo el 28% de los graduados en estas disciplinas tecnológicas son mujeres. Los estereotipos culturales, las tradiciones machistas y las dificultades que, a priori, presentan estas profesiones para conciliar la vida laboral y personal, son las causas que conforman esta lamentable situación.

El reparto de la fuerza laboral resultante de esta formación está fuertemente condicionado por este acceso minoritario femenino. La Encuesta de Población Activa (EPA) revela cómo el volumen de hombres es muy superior al de mujeres en las actividades relacionadas con las TIC, hasta el punto de superar el medio millón más de hombres que mujeres que realizan su trabajo en puestos tecnológicos. De hecho, la participación femenina en puestos de trabajo relacionado con las TIC está en sus peores momentos, al cifrarse en un residual 17,4% en 2015, desde el 22,3% de 2009.

Y por si todo esto fuera poco, las mujeres ganan un 20% menos que sus pares masculinos en los puestos de trabajo TIC.

La postura del Gobierno del PP a esta situación es olvido, ignorancia e indolencia. De hecho, el plan propuesto por el Gobierno para la igualdad de género en las TIC es, a día de hoy, varios años después de su puesta en marcha, un fracaso sin paliativos.

UGT propone en “Mujer y Tecnología” una serie de políticas e iniciativas, vertebradas en dos grandes líneas de actuación sobre empresas y patronales relacionadas con las TIC y sobre el entorno educativo y con las Administraciones Públicas. El objetivo de estas medidas es fomentar una imagen renovada del sector TIC en empresas y colegios, dando mayor visibilidad y espacio a las mujeres, acabar con la brecha salarial, promover acciones para conciliar la vida laboral con la personal y equilibrar la presencia de las mujeres en puestos directivos.