La automatización del empleo también tendrá una fuerte componente territorial

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos​ (OCDE) vuelve a incidir, como ya lo ha hecho ya en varios informes precedentes, en cómo el impacto de la digitalización del trabajo puede acabar destruyendo cientos de miles de empleos. En esta ocasión, su análisis (Job Creation and Local Economic Development1
https://www.oecd-ilibrary.org/employment/job-creation-and-local-economic-development-2018_9789264305342-en
se centra en el componente territorial y en cómo el proceso de transformación digital tendrá una afectación diferente en virtud de dónde se reside.

El estudio analiza los mercados de trabajo por regiones, categorizándolas por los riesgos de automatización de sus empleos. El caso de España es paradigmático en lo negativo, mostrando fortísimas diferencias entre Comunidades Autónomas. De hecho, de todos los países analizados, nuestro país es el que existiría un mayor desequilibrio entre territorios, con un diferencial del 12% de empleos en riesgo de destrucción entre CCAA, un porcentaje mucho mayor que Italia (3%), Alemania (4%) o Francia (6%).

Según la OCDE, los índices de empleos en riesgos de automatización varían desde el 27% de Murcia al 15% de Castilla La Mancha, con muchos territorios por encima del 20% de puestos de trabajo susceptibles de ser sustituidos por máquinas.

Además, el informe divide las 17 CCAA en cuatro categorías: aquellas que crean empleo y aquellas pierden empleo, y en ambos casos, si dicho empleo es más o menos automatizable.

Bajo esta metodología, la OCDE señala que Aragón, Andalucía y Murcia son las CCAA que han creado empleo con mayor riesgo de automatización, lo que pone en severo riesgo de sostenibilidad futura a estos puestos de trabajo. Dichos empleos se ubican en los sectores de la construcción, transporte y manufactura y destacan por su elevada precarización, temporalidad, baja cualificación y parcialidad.  Mientras, Castilla La Mancha y Castilla León no sólo ha destruido empleo neto, sino que dicho empleo tenía un menor riesgo de maquinización (sector de la Enseñanza; puestos gerenciales), lo que empeora sensiblemente la calidad de sus mercados de trabajo

En el otro extremo, estarían Valencia, Baleares y Canarias, que han creado empleo con un menor coeficiente de maquinización, y en menor medida, Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi, Navarra, La Rioja, Madrid, Extremadura y Cataluña que, aun perdiendo empleo, se trata de puestos de trabajo con un alto componente de digitalización a corto y medio plazo.

UGT exige medidas urgentes para paliar las consecuencias negativas de la maquinización del trabajo. Es imprescindible desarrollar políticas de desarrollo territorial ad hoc, con planes de acción dirigidos y acomodados a la idiosincrasia y a la problemática de cada región, en función de sus fortalezas y debilidades. Sin lugar a dudas, los actores locales y autonómicos son fundamentales para confeccionar planes específicos, especialmente en términos formativos, educativos y de reciclaje profesional.

Para UGT la cohesión social y territorial debe ser una prioridad para todos los estamentos públicos. Debemos anticiparnos a las consecuencias negativas de la transformación digital desde una óptica global, pero atendiendo a las características locales, y para conseguirlo, es preciso articular medidas coordinadas entre todas las Administraciones Públicas.


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