Una vez conocido el coste del Servicio Universal (El servicio universal de telecomunicaciones garantiza que todos los ciudadanos tengan acceso a Internet y a servicios de voz en ubicaciones fijas, con independencia de su localización, a precios asequibles y con calidad determinada. Actualmente, la velocidad mínima de conexión se fija en 10 Mbps en sentido descendente.)- que será el menos costoso en su historia– toca, siguiente el procedimiento habitual, decidir qué operadoras están obligadas a financiarlo y en qué cuantía.
Partiendo de la base de que la Ley General de Telecomunicaciones obliga a financiar el citado coste a todas aquellas operadoras de comunicaciones electrónicas con ingresos superiores a 100 millones de euros, tal reparto se hace proporcionalmente a su negocio sectorial. Al igual que en anteriores ejercicios, el número de operadores obligados es de 20, siendo este el reparto económico acordado por el regulador:
La proliferación de marcas puede hacer pensar que la repartición está muy participada, pero realmente, cuando se agrupan las operadoras por grupos empresariales, la concentración es muy evidente (cálculos realizados por UGT):
Obviamente, la fusión de Orange y MásMóvil bajo la marca MásOrange hace que dicho Grupo se acerque en contribución al que representa Telefónica España, quedando más lejos Vodafone y, mucho más lejos, a causa del negocio acreditado en 2021, DIGI. Es de esperar que en los siguientes ejercicios estás cifras y posiciones cambien sustancialmente. En cualquier caso, Telefónica, MásOrange y Vodafone acopian el 95,3% de la financiación.
Finalmente, destacar que Telefónica, como operador obligado a prestar este servicio, deberá recibir una compensación de 6,46 M€, cantidad resultante de descontar su aportación al monto total que adelanta en el ejercicio que realiza la función de prestatario.