La competitividad digital de España desciende estrepitosamente

Nuevo estudio de una entidad de prestigio (IMD World Competitiveness Center1https://www.imd.org/) y nuevo motivo para encender todas las alarmas.

En IMD 2020, en su trigésima edición, sitúa a España en un deshonroso y preocupante 33 puesto, lejísimos de las principales economías del mundo y muy por debajo de lo que nos correspondería por PIB y capacidad económica (13 del mundo por PIB nominal2https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Pa%C3%ADses_por_PIB_(nominal)).

Pero si el dato en sí es malo, aun es peor la tendencia: hemos descendido del puesto 28 al 33 en solo un año, por debajo del puesto registrado en 2018 o 2016(31 de 63 posibles3https://www.imd.org/wcc/world-competitiveness-center-rankings/world-digital-competitiveness-rankings-2018/ y 30 en el caso de 2016).

Nuestro desempeño digital se ve severamente lastrado por dos factores principales: la nula agilidad de nuestras empresas (puesto 54 de 63, así como su poca actitud adaptativa a las circunstancias; puesto 35) y la poca formación que se da a los empleados, tanto por sus empleadores (¡puesto 54 de 63!) como por las AAPP (40):

Tal y como bien afirma la propia IMD4https://www.imd.org/news/updates/future-of-the-world-will-depend-on-digitalization/, “el futuro del mundo depende de la digitalización”, “la digitalización ya no es una opción: es una necesidad”; además, “[la] COVID-19 ha demostrado la importancia de la digitalización como una forma de aumentar la resiliencia”.

Sin embargo, España está perdiendo ese tren. No se pueden recoger más evidencias con pasividad. Es hora de revertir esta situación antes de que sea inevitable.

UGT Comunicaciones