La formación digital aporta más productividad y crecimiento que cualquier otro factor económico, tecnológico y regulatorio

formación digital
  • El último informe de la OCDE demuestra que el impacto de la formación digital de los trabajadores en la productividad es mayor que cualquier otro factor, incluyendo la adopción de nuevas tecnologías, la financiación o la regulación comercial.
  • El estudio señala que la falta de capacitación de las plantillas afecta negativamente al crecimiento de las empresas, y a menor preparación de los trabajadores, menores ganancias.
  • Estas conclusiones confirman los postulados de UGT que reclaman una digitalización centrada en las personas, en donde la formación de los empleados se convierta en un aspecto clave para el desarrollo de las empresas.
  • El Derecho a la formación profesional continua en el puesto de trabajo, con reserva específica de un número de horas semanales, mensuales o diarias para tal fin, se configura con una pieza esencial.
  • Estos datos confirman que acuerdos como el alcanzado por UGT y Google para impartir formación a los trabajadores en competencias digitales son imprescindibles para conformar un futuro de progreso y prosperidad para todos.

La reciente publicación del informe de la OCDE Digital Dividend: Policies to Harness the Productivity Potential of Digital Technologies demuestra que la sostenibilidad futura de las empresas pasa, irremediablemente, por aumentar la capacitación y cualificación de sus trabajadores.

A pesar de que la tendencia actual parece apuntar a que el mero hecho de implantar una u otra tecnología puntera es suficiente para ser competitivo, los datos que aporta la OCDE confirman que las empresas necesitan enfocar su estrategia en la formación digital de sus trabajadores si quieren realmente ganar en productividad. De hecho, para los analistas de la OCDE, el impacto positivo de la formación digital en la productividad de una empresa es sensiblemente mayor que el uso de redes de alta velocidad, las mejores regulatorias o la misma financiación. Por ejemplo, una adecuada recualificación de los empleados mejora la productividad de una empresa en casi un 4%, doblando al impacto la financiación y triplicando al uso de gobierno digital:

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 Incluso un país que quiera impulsar la digitalización como vía para aumentar su competitividad, obtendrá más resultados y retornos gracias a la mejora de la cualificación de la mano de obra que por cualquier otra medida que aplique:

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Finalmente, el estudio pone de relieve que una mano de obra mal formada reduce ostensiblemente los beneficios de cualquier programa de digitalización, hecho que se agudiza en aquellas empresas menos productivas hasta en un 31%:

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En resumen, la mejora en las competencias digitales de las plantillas ayuda más a cerrar la brecha digital que cualquier otro factor estructural o de gestión, el aumento de las competencias de los trabajadores tiene un impacto superior en la productividad que cualquier otro factor tecnológico, regulatorio o económico y una empresa que no acompañe su proceso de transformación digital con un aumento de la formación de sus empleados, corre el riesgo de dejar el 31% de su inversión por el camino.

Estas conclusiones confirman la exigencia de UGT para conformar una digitalización centrada en los trabajadores, en donde la formación se convierta en un aspecto clave para el desarrollo de las empresas. Tal y como hemos expresado en anteriores ocasiones, la tecnología solo es el catalizador de esta nueva revolución digital: lo verdaderamente importante son las personas que van a desarrollar y aplicar dichas tecnologías.

De este modo, la reivindicación del Sindicato para conformar un Derecho a la formación profesional continua en el puesto de trabajo, con reserva específica de un número de horas semanales, mensuales o diarias para tal fin, se configura con una pieza esencial para lograr una digitalización sostenible y con verdaderos beneficios laborales y económicos para el conjunto de la Sociedad.

Para finalizar, estas evidencias reafirman que el acuerdo alcanzado por UGT y Google para impartir formación a todos los trabajadores en competencias digitales es una práctica ejemplar que debería ser copiada por administraciones públicas y privadas, al objeto de conformar un futuro digital en términos de progreso y prosperidad para todos.