Europa necesita 33.500 M€ para alcanzar un ‘5G completo’

Europa se ha fijado el ambicioso objetivo de que “todas las zonas pobladas estén cubiertas por redes inalámbricas de alta velocidad de próxima generación con un rendimiento equivalente, como mínimo, al de la 5G en 2030. A poco más de seis años, la consecución de dicha meta parece lejana, con todo lo que ello supone en retraso en comparación con Asia o EEUU:

Si habitualmente este tipo de “objetivos” se habían legado a las operadoras, los reiterados fracasos en planes anteriores (sin ir más lejos, no se cumplieron los objetivos de cobertura de NGN hace escasos dos años) están obligando a los organismos públicos a implicarse financieramente en la tarea, más allá de simplemente proponerlos y desentenderse.

En consecuencia, la UE ha encargado un estudio (Investment and funding needs for the Digital Decade connectivity targets) para valorar cuanta inversión es necesaria para alcanzar el susodicho objetivo en 2030.

Las conclusiones del informe, elaborado por la consultora WIK, afirman que, para que los ciudadanos y las empresas europeos se beneficien de todas las capacidades que pueden ofrecer las redes móviles 5G (el denominado “5G completo”), se necesitarían unas inversiones de alrededor de 33.500 millones de euros, que se dedicarían a las instalar estaciones base necesarias para proporcionar el ancho de banda requerido.

De estos 33.500 millones, las redes de nuestro país necesitarían unos 3.220 millones de euros, sólo por detrás de los 5.600 que precisaría Francia, los 5.400 que necesitaría Alemania o los 4.200 que requeriría Suecia.

Ante estas cifras, realmente importantes, el informe confiesa que “es poco probable que los fondos existentes de la UE por sí solos, que actualmente ascienden a alrededor de 19 mil millones de euros, aborden completamente la brecha de conectividad, y deberán complementarse con financiación nacional y regional”. O, dicho de otro modo, o el resto de AAPP aportan más financiación, o las ayudas europeas se van a quedar cortas.

Ante estas evidencias, desde UGT nos volvemos a preguntar: ¿todavía hay dudas de la necesidad de instaurar en Europa un modelo de contribución justa para aquellos que aprovechan nuestras redes sin aportar ni un solo euro?

 

UGT Comunicaciones