UGT rechaza rotundamente la posibilidad de salidas forzosas en el ERE de Telefónica.

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UGT, en las reuniones de hoy, ha rechazado el cambio de paradigma respecto a los procesos anteriores que ha introducido la empresa al abrir la posibilidad de introducir salidas forzosas en el presente ERE. UGT se opone a cualquier modelo que no persiga la voluntariedad.

Del análisis de la memoria justificativa, UGT no pone en duda el entorno macroeconómico y sectorial en que se encuentra la compañía. De hecho UGT ha denunciado en numerosas ocasiones los efectos negativos que la actual regulación europea de las telecomunicaciones y la elevada presión competitiva existente en nuestro país comportan sobre nuestro sector. Sin embargo, no compartimos la visión de que todos los factores sean externos, inevitables o no imputables a decisiones tomadas a lo largo de los últimos años en el seno de Telefónica.

Dicho esto, UGT no considera aceptable que el resultado de la robotización, de la automatización y del uso de herramientas de IA redunde en destrucción de empleo y por tanto, no comparte ni el alcance propuesto fijado en 5124 puestos de trabajo, ni la división realizada entre áreas y actividades de la compañía afectadas o no, a criterio de la empresa, por el despido colectivo.

Insistimos que es posible realizar en la compañía un reskilling de calidad y fomentar la movilidad funcional voluntaria, todo ello sumado a la internalización de actividades que garanticen la empleabilidad de la plantilla.

UGT no puede aceptar hablar de excedentes y reajustes que afecten solo a las personas trabajadoras sin conocer qué acciones se van a tomar con el área directiva que ha tenido la responsabilidad de prever y evitar la situación actual. Consideramos que, si se produce una extinción de puestos de trabajo ese mismo porcentaje de afectación y baremo de edad debe extenderse también al área de Dirección que, por cierto, es el de mayor edad.

No podemos compartir tampoco la existencia de áreas y actividades de la compañía no afectadas por el despido colectivo, es decir, las conocidas como áreas críticas, que impedirían a las personas trabajadoras de estas áreas que voluntariamente así lo decidieran, acogerse al potencial acuerdo de extinción resultante del período de consultas que estamos desarrollando.

Por tanto, consideramos que no sólo tiene que reducirse significativamente la afectación, sino que además el acuerdo que alcancemos debe ser universal, extensible a toda la compañía y debe posibilitar que, aquellas personas a las que la empresa no permitió acogerse voluntariamente al último PSI por pertenecer a un área considerada como crítica, ahora tengan la posibilidad de, si así lo desean, extinguir su relación laboral con Telefónica por esta vía.

Igualmente, para UGT, el despido colectivo y el convenio forman parte de una negociación conjunta con la empresa. Por ello, insistimos en que en ningún caso habrá acuerdo si no se alcanza también un acuerdo para el III CEV que garantice la estabilidad y los derechos de las personas trabajadoras de TdE, TME y TSOL.